Chile: Las Encuestas en Terreno Movedizo
Distintos desafíos para las Encuestas en Primera y Segunda Vueltas de las Elecciones Presidenciales:
Las Encuestas acertaron en lo principal en la Primera Vuelta del 21 de Noviembre para la elección de Presidente de Chile. No se equivocaron con los dos ganadores, cifras más cifras menos. Las múltiples alternativas a disposición de los electores ( siete candidatos) y la naturaleza de la votación que consistía en mostrar las preferencias de los electores para dejar en competencia a los dos más votados, hacían poco probable como en todas las Primeras Vueltas, que los votantes ocultaran sus preferencias. No había razones para ello. La gran dificultad para las encuesta posiblemente fue el aumento explosivo en los dos últimos meses de los adherentes a Kast y a Parisi ante el poco atractivo que los votantes encontraron en los otros candidatos.
En la Segunda Vuelta del 19 de Diciembre el propósito de la votación es diferente: se trata de elegir al futuro Presidente. Un 54% de los votantes de la Primera Vuelta no tendrán problemas; para ellos no hay mayor conflicto: votarán nuevamente por el candidato por el que ya votaron. El problema para las encuestas nace con el 46% que deberán cambiar su manera de votar. En ese 46% hay un 19,2% ( votantes de Provoste y de MEO) que enfrentan un dilema difícil: DEBERÁN votar por un candidato que ha "basureado" a sus Gobiernos (“No son treinta pesos, son treinta años”) y a sus posiciones políticas. DEBERÁN porque las directivas de los Partidos de Centro Izquierda adhirieron al candidato que junto al Partido Comunista ha "trapeado" el suelo con las ideas, creencias, personajes y Gobiernos de la Centro Izquierda. ¿Seguirán los votantes a sus Directivas ahora que ellas acordaron votar por la Izquierda Revolucionaria?
¿Cuántos votantes de esos partidos se sentirán cómodos apoyando al candidato que eligieron sus Directivas? ¿Cuántos votantes de esos partidos preferirán cruzar a la otra orilla? Por mucho que los dirigentes de la hoy exigua Centro Izquierda presenten el apoyo a Boric como algo muy natural, para cualquier adherente a ella el giro que debe hacer es una autentica “vuelta de carnero”. Los votantes de esa corriente que se guían por consignas más que por razonamientos no tendrán mayores dudas de seguir a las directivas y por eso mismo las encuestadoras pueden captar con facilidad adonde irán sus votos. El problema se presenta con lo que no “comulgan con ruedas de carreta” y se toman un tiempo para decidir como votarán. Pedirle a las encuestas que a una semana de la votación de Primera Vuelta puedan predecir el comportamiento de votantes que votaron por candidatos perdedores y que aún no deciden qué hacer con su voto el 19 de Diciembre, es creer que las encuestadoras tienen poderes sobrenaturales.
Lo mismo pasa con parte de los votantes que en Primera Vuelta prefirieron a Sichel y que no siguen de buenas a primeras el apoyo a Kast de los tres Partidos de la llamada Centro Derecha. Difícilmente las encuestadoras pueden proyectar que sucederá con esos votos si esos votantes aún están indecisos.
¿Y qué se puede decir de quienes en Primera Vuelta votaron por Parisi (13%)? Es razonable creer que en pocos días ellos han decidido ya a quien apoyarán definitivamente? Constituyen una fuerza que es difícil de encasillar en los moldes de la política tradicional chilena por lo que un giro hacia uno de los dos candidatos que se enfrentan en Segunda Vuelta es impensable que sea muy rápido o instantáneo.
De ahí que las predicciones de las encuestadoras a menos de una semana de ocurrida la Primera Vuelta son bastante imprecisos para estimar la decisión que tomará el 46% de los electores que deben hacer borrón y cuenta nueva. De hecho la encuesta de Cadem muestra que cerca de un tercio (32,28%) del 46% de votantes que tienen que elegir un nuevo candidato, aún está indeciso. A medida que se acerque el 19 de Diciembre fecha de la Segunda Vuelta, los pronósticos de las encuestas se acercarán más al que será el resultado de la elección porque los indecisos paulatinamente decidirán su voto, aunque ello no eliminará totalmente la incertidumbre con los votantes perdedores en Primera Vuelta. Por eso son menos confiables los pronósticos de la Segunda Vuelta; el paso de las semanas hace que la incertidumbre de los votantes sea menos gravitante pero estará siempre presente y hay que considerarla al analizar la información que proveen las encuestas.
El Voto Oculto
Y la pregunta del millón de dólares, ¿Cuántos del 46% de votantes confesarán su real intención de voto a los encuestadores en la Segunda Vuelta? ¿Optarán por la preferencia que indican dirigentes derrotados y añejos antes que por el propio convencimiento? Muchos querrán mantener en reserva la decisión que tomen que podría ser diferente a la de sus antiguos líderes. La Segunda Vuelta de la Elección Presidencial tendrá inevitablemente algún porcentaje de "voto oculto", el voto que no se confiesa, una pesadilla para las encuestas.
¿Como lo detectan las encuestadoras? ¿Corrigen los resultados? ¿Usan técnicas que permitan trabajar una situación que es habitual en todas las encuestas políticas del Mundo?
Una Ayuda: la Calificación de la Asamblea Constituyente
La encuesta Plaza Pública de Cadem de la semana recién pasada, muestra un 48% de votantes que dicen tener "Poca o nada de Confianza" a la Asamblea Constituyente. ¿Hay entre ellos votantes de Boric? Difícil. Muy poco probable. Parece esta calificación de la Asamblea Constituyente una buena aproximación a los resultados presidenciales, una manera de corregir los resultados que arroja la pregunta directa por preferencia de candidato, que incluye una distorsión por el “voto oculto” que no se confiesa. Quizás éste sea un porcentaje pequeño pero que influirá en una elección reñida como se pronostica será la del 19 de Diciembre. Desde fines de Agosto durante más de doce semanas y con excepción de tres de ellas, al menos el 50 % (hasta un 55%) han considerado que tienen "Poca o nada de Confianza" en la Asamblea Constituyente. El valor más bajo en las tres semanas bajo el 50% fue de 48% la semana recién pasada.
La incertidumbre que aún domina a votantes que perdieron a su candidato, y el “voto oculto” podrían llevar a la hora de la votación a un resultado diferente al de las primeras encuestas conocidas la semana recién pasada. De todos modos habrá que esperar las próximas dos semanas para contar con pronósticos más certeros siempre y cuando las encuestadoras se resistan a la tentación de usar sus encuestas como armas de la campaña de los candidatos.
Encuestadoras con Historial
Hay que recordar que Cadem quedó bajo sospecha cuando pronosticó un resultado mucho más alto para Piñera en la primera Vuelta de la elección de 2017, 42,6% (promedio de encuestas de las últimas ocho semanas antes de la votación) contra el 36,6 que efectivamente obtuvo. Por otro lado Cadem le asignó a Kast en esa votación un 3% en la Primera Vuelta en circunstancias que alcanzó un 7,9%. ¿Sirvieron las encuestas de Cadem para alimentar la campaña a todas luces mentirosa que pedía a los votantes que no votaran por Kast y lo hicieran por Piñera para elegirlo como Presidente en Primera Vuelta?
Black and White por su parte, que acertó el resultado de las Primarias de este año, no publicó encuestas para la Primera Vuelta salvo una que apareció bajo su nombre dos días antes de la votación en las redes sociales. En ella pronosticó el triunfo de… ¡Sichel! Claro, Black and White trabajó para la candidatura de Sichel.
Pulso Ciudadano que entregó sus primeros resultados la semana pasada, desafió el sentido común y se hizo sospechoso inmediatamente: le asignó a Kast un 24,5% en la Segunda Vuelta que corregido por los indecisos y por los que no votarían, le significaría llegar a un 34,1% (28% en la Primera Vuelta) contra 56,2 de Boric (26% en la Primera Vuelta). Los nulos sumarían 9,6%. Más le hubiera valido a Pulso Ciudadano cerrar la boca antes de entregar una información manifiestamente errónea que solo sirve par confundir a los votantes.
Conclusión
Los resultados de las encuestas hay que mirarlos al revés y al derecho para saber si pasan la prueba de la blancura. Nada de fácil porque hay mucho barro en el ambiente que podría ensuciarlos.
Harían bien las encuestadoras en informar al público sobre la debilidades y alcances de las cifras que entregan, y explicar como tratan el “voto oculto” que podría ser muy significativo en la votación de la Segunda Vuelta de la Elección Presidencial.